A ZUSIE


La encontro en un bar,
de barra libre y carta perfumada,
su aspecto era el de una muñeca abusada,
sostenia un cigarro, bailaba sola,
habia dinamita detonando en su entrepierna,
En el baño estaba su equipaje,
un bolso carmin rebosante de barro efervecente,
se cruzaron enfrente del distribuidor de condones,
confundiendo los empañados espejos
con cortinas de terciopelo,
el sudor se tornaba gaseoso,
inhalaban sangre hirviendo,
era el momento de morir en la carne del otro,
decidieron salir de aquel sordido bar atestado de neon ,
Envueltos en su folletinesco intento,
se dirigian al mulholland drive,
el motel mas cercano.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Parece que el circo se acerca...
inundando de risas inútiles que frotan y estallan en mi cabeza.
Cada día interpreto un personaje
A veces pienso en tal Suzie
A veces pienso en mi...


pd: ya aparecerán otros domingos.